http://barrapunto.com/articles/12/02/07/2144202.shtml
Esto es lo que se plantea la revista The economist, en un interesante artículo titulado The price of information. Academics are starting to boycott a big publisher of journals , ante el boicot iniciado por el matemático Timothy Gowers, de la Universidad de Cambridge, a una de las mayores editoriales de revistas académicas actuales, Elsevier, y que en la actualidad ya han respaldado más de 4.000 científicos de todo el mundo. Esta interesante historia, digna de las mejores adaptaciones cinematográficas de Frank Capra arrancó el pasado 21 de enero cuando Gowers publicó en su bitácora una entrada titulada Elsevier -- my part in its downfall.
Esto es lo que se plantea la revista The economist, en un interesante artículo titulado The price of information. Academics are starting to boycott a big publisher of journals , ante el boicot iniciado por el matemático Timothy Gowers, de la Universidad de Cambridge, a una de las mayores editoriales de revistas académicas actuales, Elsevier, y que en la actualidad ya han respaldado más de 4.000 científicos de todo el mundo. Esta interesante historia, digna de las mejores adaptaciones cinematográficas de Frank Capra arrancó el pasado 21 de enero cuando Gowers publicó en su bitácora una entrada titulada Elsevier -- my part in its downfall.
En dicha entrada, este matemático se quejaba de las "discutibles" prácticas de esta editorial hacia el ámbito académico-científico. En concreto, el alto precio de sus productos, su práctica de vender "paquetes de revistas cerrados" sin posibilidad de suscripciones a revistas concretas, su cerrazón a negociar los precios con las bibliotecas universitarias y, por último, el apoyo de esta editorial a la Research Works Act, ley que se está debatiendo en estos momentos en el Congreso de los EE.UU. y que prohibiría a los gobiernos exigir el libre acceso a los resultados publicados de las investigaciones financiadas con dinero público y manifestaba públicamente su rechazo a dicha editorial.
El resultado más importante conseguido por esta campaña hasta el momento es el sitio web The Cost of Knowledge en el que se está recogiendo el apoyo de la comunidad académica e investigadora a favor de la iniciativa de Gowers y en contra de las prácticas de la editorial Elsevier. Sin lugar a dudas, estas actuaciones son un clavo más en el ataúd de una "industria cultural" sustentada en "monopolios artificiales creados y amparados por leyes de propiedad intelectual y regulaciones gubernamentales decimonónicas contrarias al libre intercambio de la información y del conocimiento".
¿Y tú, también eres de los que piensas que las editoriales necesitan a los científicos e investigadores, pero que lo contrario no resulta tan evidente?
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