jueves, 7 de julio de 2011

Al final voy a tener razón:

Rosa Aguilar y el tocomocho rural

http://www.cronicadearagon.es/wordpress/?p=22280

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Tres años y medio después de la entrada en vigor de la Ley 45/2007, para el desarrollo sostenible del medio rural, y cuando las tres únicas comunidades autónomas que “han hecho los deberes” (utilizando la odiosa jerga neoliberal) han presentado ya las propuestas para su puesta en marcha, la ministra de las 3 emes, Rosa Aguilar, informa a Aragón, Asturias y Navarra, de que no hay un miserable euro para poder hacer realidad los proyectos.

Cientos de reuniones, miles de horas de trabajo, y una dosis importante de consenso entre instituciones y organizaciones sociales, no han servido para nada. Los 1.810 millones de euros prometidos desde la Administración General del Estado para la aplicación de esta ley (141 para Aragón) se han convertido en cero. “La caja está vacía”, es lo que ha venido a decir la ministra que cambió el rojo por el glamour, y el compromiso social por el salario ministerial.

Este es uno de los ejemplos más claros de cómo las políticas derechistas de recorte del gasto público (aplicadas tanto por socialistas como por conservadores, y hasta por alguna rosa roja conversa como Aguilar) destruyen la economía. El flujo de dinero público que iba a llegar a los pueblos de nuestro país con el triple objetivo de relanzar su crecimiento económico, de fijar población en el medio rural y de conservar su rico patrimonio cultural y natural, va a quedarse solo en bonitas palabras y nobles propósitos.

Y todo ello porque unos jerifaltes de Bruselas y de Madrid, que desconocen por completo la realidad del territorio que gobiernan, han decidido obedecer a los Mercados en su pretensión de bloquear toda inversión pública que no vaya en beneficio de las grandes corporaciones empresariales o financieras.

Mientras tanto, la Rosa roja descolorida calla y otorga y sigue cobrando a final de mes su abultado sueldo de ministra. Es el ¡Sálvese quien pueda! elevado a la máxima potencia del filibusterismo político.

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